ARQ Clarín
La historia del edificio Moneda 759, ubicado en un área de conservación histórica de la Comuna de Santiago, Chile, data de 1757, cuando funcionó como sede de la Real Universidad de San Felipe. Luego de décadas de mutaciones, hacia principios del siglo veinte el edificio sufrió una reconversión final adoptando un marcado estilo neorrenacentista. De ahí en más volvió a soportar nuevas modificaciones y cambios de programa hasta 1987, cuando pasa a dependender del Teatro Municipal de Santiago, actual escuela de ballet. “Al no formar parte de un plan integral de diseño -señala el arquitecto argentino Alfio Sambataro, proyectista de la obra-, todos los cambios que el edificio había sufrido hasta entonces resultaban parciales, resultando simples parches”. El terremoto de 2010 fue la excusa para que el equipo de especialistas encabezado por Sambataro desarrollara un programa integral de recuperación destinado a revalorizar su arquitectura y reformular la distribución de sus espacios interiores, de modo de aprovechar al máximo la superficie existente. En Buenos Aires, Sambataro tuvo bajo su responsabilidad buena parte de la remodelación del Teatro Coliseo, próximo a inaugurar su nueva caja escénica, camarines, salas de ensayo, entre otras modificaciones.
HISTORIA. La recuperación arquitectónica incluyó el cambiuo completo de la cubierta vidriada del patio central interior.
Previo al diseño del masterplan, se encararon estudios estructurales de daños, con el correspondiente catastro y prospecciones a cargo de estructuralista privados y del municipio que determinaron el nivel de daño y las soluciones a ejecutar. Según el arquitecto chileno Andres Cumsille, experto en restauración, "el edificio responde a un estilo neorrenacentista, con zócalo del estilo palladiano, lo cual se ve notoriamente en los vanos del segundo nivel y sus remates de columnatas entre los medio puntos, además de algún rasgo ecléctico de principios de siglo XX".
HISTORIA. Además de la recuperación de las fachadas, el edificio fue reforzado a partir de nuevas estructuras metálicas.
Además de la reparación de los daños estructurales y la recuperación patrimonial, se diseñaron nuevas salas y camarines para el ballet, así como también se reacondicionaron las salas del coro profesional y se habilitaron nuevas oficinas administrativas. “Los espacios de valor arquitectónico, como las fachadas, la cubierta vidriada del patio central interior y el hall de acceso, fueron especialmente tratados de modo de recuperar su valor y diseño original. También se repararon los cielos falsos y estucos, y las puertas y ventanas de madera”, puntualiza el proyectista.
HISTORIA. El proyecto incluyó la reparación de cielos falsos y estucos, y el cambio de las puertas y ventanas de madera.
El proyecto se completó con la ejecución a nuevo de las instalaciones sanitarias, eléctricas, de climatización y contra incendios. También sumó adecuaciones tecnológicas, como la instalación de pisos de rebote tipo “spring wood” en las salas de ballet y el acondicionamiento acústico en las salas corales. La ambientación se completa con un mobiliario totalmente nuevo. “Como fórmula preventiva ante futuros sismos, para la reparación estructural se incluyeron una serie de refuerzos y nuevas estructuras metálicas para que trabajaran conjuntamente con el sistema mixto original del edificio, conformado por mamposteria portante, metal y madera”, concluye Sambataro.
Restauración y renovación del Teatro Municipal de Santiago de Chile
Proyecto: Arquitecto Alfio Sambataro Colaboradores: Arquitecta María Paz Carvajal; diseñadora Carolina Díaz; arq. Marcela Durán y dibujante Macarena Aranda Estructura: Gastón KleinIngeniería acústica: Jorge Sommerhoff Empresa constructora:INVASCO S.A. Fotografías: María Paz Carvajal. Superficie: 1812 m2 Ubicación: Moneda 759, Santiago, Chile.