Fuente: La Voz
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La compañía que dirige Lidia Segni vuelve al Teatro del Libertador. El Ballet trae Don Quijote con la puesta original del Teatro Colón.
El jueves se presenta en el Teatro del Libertador el Ballet del Teatro Colón. Es la tercera visita del cuerpo estable que dirige Lidia Segni.
"Estuvimos otras veces con Carmen y con un programa mixto", comenta Segni en charla telefónica, a poco de llegar a Rosario. El Ballet del Teatro Colón presenta Don Quijote en gira nacional por esa ciudad, Córdoba, Mendoza, San Luis y Santa Fe.
Una de las particularidades de la gira es que el elenco viaja con la escenografía original. "Actuamos con los mismos decorados de la puesta del Teatro Colón. Es tal cual. Con respecto a la adaptación, la obra quedó en dos horas y media", señala la directora. La decisión está a tono con la tendencia mundial de mantenerse fiel al original pero no exceder ese tiempo de representación.
La delegación cuenta con un total de 52 personas, con 38 bailarines y 14 técnicos."Cuento con varias primeras figuras. He elegido dos parejas para las ciudades de la gira: Nadia Muzyca y Juan Pablo Ledo interpretan a la pareja protagónica en Rosario y Mendoza, mientras que los primeros bailarines Carla Vincelli y Edgardo Trabalón lo harán en las presentaciones de Córdoba, Mendoza, San Luis y Santa Fe", informa la directora que nació en Córdoba e integró el Ballet Oficial de la Provincia.
Don Quijote, Ballet en tres actos con coreografía de Lidia Segni sobre la obra Marius Petipa y música de Leon Minkus, está basado en la novela de Miguel de Cervantes Saavedra.
La obra de Petipa se basa libremente en el episodio de la Bodas de Camacho, narrado en el capítulo 19 de la segunda parte, en el que se relata el romance entre el barbero Basilio y la joven Kitri, Edgardo Trabalón y Carla Vincelli.
"Los protagonistas se lucen en la relación entre Kitri y Basilio. Carla aporta la picardía y Edgardo, el juego de la conquista. Ella es una bailarina de técnica más que brillante, y muy segura. Él es un bailarín multifacético con gran ductilidad para personajes de interpretación", comenta Segni.
La coreógrafa mantuvo en esta puesta el pasaje de la pelea de Don Quijote con los molinos de viento, imagen paradigmática de la literatura y el ballet. "He respetado ese momento de la ensoñación del Quijote", dice Segni que ha trabajado otras obras en las que el cuerpo demostró crecimiento en la interpretación dramática (como en el caso de Manon).
La versatilidad para interpretar roles también se atribuye a la decisión de Segni de buscar los mejores coreógrafos. "Los he traído y cuento con el apoyo del director general del Teatro Colón", dice.
Con respecto a la batalla con los propios molinos de viento, la directora señala: "Trabajo para alcanzar más logros con la compañía. Sigo luchando para sacar al Ballet (de Buenos Aires), para viajar a Asia, Cuba, Miami. Ahora está difícil salir del país. En cuanto a las provincias, no todos los teatros están equipados y por eso no podemos montar los espectáculos del Ballet. Vamos a las ciudades con teatros como el Libertador. ¡Ni hablar que cuando llego a Córdoba estoy en casa!".
Danza para todos Con respecto a la presentación de la danza clásica en un programa masivo como Showmatch donde compiten figuras de la talla de Eleonora Cassano o Hernán Piquín con personas de entrenamiento mínimo, Lidia opina: "Cada uno tiene que bailar y hacer lo que quiere. Soy una persona que no ve televisión ni esos programas, porque no me aportan nada. Pero hay grandes figuras bailando, que respeto. Y si el público quiere ver bailar en el Teatro Colón o en televisión, está en su derecho", concluye.
Interpretan los demás roles de Don Quijote, Néstor Asaff (El Quijote); Marcelo Antelo (Sancho Panza); Maricel De Mitri (Mujer de la calle); Vagram Ambartsoumian (torero); Luciana Barrirero y Macarena Giménez (amigas); Igor Gopkalo (Camacho); Julián Galván (padre); Igor Gopkalo (Duque); Manuela Rodríguez Echenique (Duquesa); Emilia Peredo Aguirre (Cupido). El diseño de escenografía es de Enrique Bordolini; ambientación y diseño de vestuario, de Eduardo Caldirola; y diseño de luces, de Fabricio Ballarati.
El amor de Kitri y Basilio En la plaza de un mercado en Barcelona, la joven Kitri es obligada por su padre, el mesonero Lorenzo, a comprometerse con Camacho, el hombre rico del pueblo, pero Kitri ama al barbero Basilio. Don Quijote llega al pueblo y confunde a Kitri con su amada Dulcinea.Don Quijote desafía a Camacho por la mano de la bella Kitri, pero se burlan de él y lo echan del pueblo. Basilio finge suicidarse y pide como último deseo casarse con Kitri. El padre de Kitri accede, y entonces Basilio deja de fingir y se une a Kitri.
Don Quijote llega a un campamento gitano y le rinde honores al rey de los gitanos. Le invitan a los bailes y teatros de títeres, y Don Quijote, en su locura, los confunde con soldados enemigos y a los molinos de viento, con gigantes hostiles.
Don Quijote descansa en un bosque para recuperarse de sus heridas en la pelea con los molinos. Se queda dormido y sueña que está en el jardín de su amada Dulcinea, junto a las hadas del bosque. Al despertar, se encuentra con un duque y su corte, quien lo invita a su castillo donde se preparan grandes fiestas en honor a Don Quijote. El Caballero Luna de Plata lo desafía y lo vence. No es otro que su gran amigo Carrasco, quien, preocupado por el caballero andante, le pide que deje sus andanzas. Don Quijote depone las armas y regresa a casa.
Don Quijote. Ballet en tres actos con coreografía de Lidia Segni sobre la obra Marius Petipa y música de Leon Minkus, basada en la novela de Miguel de Cervantes Saavedra. Dirección: Lidia Segni. Ballet Oficial del Teatro Colón. Jueves a las 21.30 en el Teatro del Libertador, Av. Vélez Sársfield 365. Entradas: platea, $ 200; cazuela, $ 150; tertulia, $ 120 y paraíso, $ 55.
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